¡Sjaelland!
Es la isla más grande y la más poblada, aquí se encuentra Copenhague (capital del país).
Copenhague:
Combina a la perfección historia, diseño moderno y ambiente relajado. Sus canales, calles adoquinadas y arquitectura vanguardista hacen que recorrerla en bici o caminando sea un placer. No te pierdas Nyhavn, el famoso puerto de casas de colores, perfecto para una foto y una cerveza. Desde allí, un paseo tranquilo te lleva hasta la icónica estatua de La Sirenita, símbolo de la ciudad.
Christiania:
Es un barrio alternativo y autogestionado en pleno corazón de Copenhague. Fundado en 1971 por un grupo de vecinos, ocupa una antigua zona militar abandonada y se define a sí mismo como una “ciudad libre”, con sus propias normas, fuera del control directo del Estado danés. Es un lugar único, lleno de arte urbano, espíritu comunitario y una visión de vida distinta, que atrae a curiosos de todo el mundo.
Roskilde:
Es una ciudad con siglos de historia, situada a orillas de un fiordo tranquilo. Antiguamente fue la capital de Dinamarca y hoy destaca por su imponente catedral (Patrimonio de la Humanidad) y, sobre todo, por su Museo de Barcos Vikingos, donde puedes ver embarcaciones originales y navegar como lo hacían los antiguos guerreros nórdicos. Una parada ideal para combinar cultura, naturaleza y espíritu vikingo.
Fiordo de Roskilde:
Un lugar imprescindible si queréis admirar la tranquilidad de un fiordo y por supuesto aquí tuvimos uno de los atardeceres más bonitos de nuestro Road Trip.
Dragor:
Situado a pocos kilómetros de Copenhague, Dragør es uno de los pueblos más pintorescos y auténticos de la zona. Sus casas amarillas con tejados de paja, sus callejuelas adoquinadas y su pequeño puerto pesquero crean una atmósfera de cuento. Es, sin duda, uno de los rincones más “hygge” que hemos visitado: tranquilo, acogedor y perfecto para desconectar con vistas al mar.
Koge:
Køge nos sorprendió las dos veces que la visitamos: en ambas había mercado en su encantadora plaza central, ¡y fue todo un descubrimiento! Pararse a curiosear entre puestos de flores, productos locales y pan recién hecho es una experiencia muy auténtica. Además, aquí se encuentra la biblioteca más antigua de Dinamarca, en pleno centro histórico, rodeada de casas de entramado de madera que parecen sacadas de un libro de historia.
Stevns Klint:
Es una impresionante formación de acantilados blancos que se extiende a lo largo de 17 km y alcanza hasta 40 metros de altura. Además de su belleza natural, es un lugar con gran valor geológico: en sus capas se conserva el rastro del meteorito que acabó con los dinosaurios. Por eso ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ideal para una caminata con vistas espectaculares al mar Báltico y una dosis de historia natural.
¡Y hasta aquí nuestras recomendaciones de Sjaeland! Os animamos a seguir explorando nuestro blog de Dinamarca para que no os perdáis nada de sus espectaculares islas!
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