¡Lolland!
Es una de las islas más grandes de Dinamarca y se encuentra en el sur del país, pasa un poco desapercibida pero merece la pena visitarla. Desde aquí se puede coger el famoso ferry de Puttgarden a Rodby.
Dodekaliten:
En una colina con vistas al mar Báltico se alza Dodekalitten, una instalación artística única en Dinamarca que recuerda a un Stonehenge moderno con alma vikinga. Está formada por doce imponentes monolitos de 9 metros de altura, dispuestos en círculo. Lo más sorprendente es que emiten música generativa, creada en tiempo real, de forma que nunca suena igual dos veces. El objetivo del proyecto es fusionar arte, paisaje y sonido en una experiencia sensorial y espiritual.
Ravnsborg Voldsted:
Ravnsborg Voldsted es uno de esos lugares que invitan a parar y simplemente respirar. Nos ofreció un momento de auténtica desconexión en medio del paisaje salvaje de la isla de Lolland. Desde este antiguo asentamiento fortificado se accede fácilmente a una playa tranquila y a un mirador natural con vistas abiertas al mar y al entorno rural. Un rincón poco conocido, perfecto para recargar energía y conectar con la esencia más serena de Dinamarca.
Nysted:
Es uno de los pueblos más pintorescos del sur de Lolland. Sus calles adoquinadas, casas de colores y ambiente relajado le dan un encanto especial. Lo que más nos gustó fue pasear junto a su pequeño puerto, donde el ritmo es pausado y el mar parece susurrar historias antiguas. Ideal para una parada tranquila, disfrutar de un helado o ver la puesta de sol con vistas al castillo de Aalholm al fondo.¡Y hasta aquí nuestras recomendaciones de Lolland! Os animamos a seguir explorando nuestro blog de Dinamarca para que no os perdáis nada de sus espectaculares islas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario